Imprescindible el uso adecuado de las TICS

Las nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones pueden promover el crecimiento económico, la competitividad, el acceso a la información y los conocimientos, así como la erradicación de la pobreza y la inclusión social.

Sin embargo, esta nueva tecnología se emplea en ocasiones en otros fines que ponen en riesgo la estabilidad y seguridad de naciones y por tanto, del mundo.

Ese es el caso de la red de espionaje de casi todas las comunicaciones del mundo, incluyendo la de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, puesta en práctica por Estados Unidos.

Sobran los ejemplos sobre la necesidad de regular y hacer un uso adecuado de estas técnicas. Ese es el caso de Cuba, bloqueada desde hace más de 50 años y objeto de todo tipo de acciones terroristas que ahora incluyen también las más modernas técnicas de la Información y las Comunicaciones.

Amparándose en esta nueva tecnología, Estados Unidos intenta crear situaciones desestabilizadoras dentro del territorio cubano. Un ejemplo reciente de ello es la red social ZUNZUNEO, que financiado en secreto por Washington, no solo violó la soberanía del archipiélago cubano, sino la de terceros países que fueron utilizados solapadamente para implementar este tipo de Twiter cubano.

El ataque subversivo se llevó a cabo a través de la mal llamada Agencia norteamericana para el Desarrollo, Usaid, que esconde sus verdaderas intenciones tras supuestos fines humanitarios.

El programa buscaba impulsar la desestabilización política en Cuba a través de teléfonos móviles utilizando mensajes SMS, con un matiz abiertamente político y que se pronunciaban contra los líderes de la revolución.

Esta nueva acción, reiteró Cuba en la Primera Conferencia de Internet, que sesiona en la ciudad china de Wuzhen, constituye un ejemplo de agresión con la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, en flagrante violación del Derecho Internacional y la soberanía de los Estados.

Igualmente denunció que desde febrero del 2013 hasta la fecha, se ha establecido la participación en ataques cibernéticos contra Cuba de miles de direcciones informáticas registradas en más de 150 naciones. Computadoras ubicadas en Cuba fueron controladas de manera remota e ilegal desde varias países para agredir instituciones militares, científico-técnicas y financieras de terceros.

El mundo debe actuar unido para contrarrestar estas prácticas ilegales y encubiertas de algunos individuos, organizaciones y Estados para evitar, como afirmara el presidente cubano, Raúl Castro, que el ciberespacio se convierta en un teatro de operaciones militares.