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Destaca Papa Francisco valor humano de la solidaridad

En el oficio religioso protagonizado en la capital cubana por el Papa Francisco, estuvo marcado por estimular la actitud solidaria entre los seres humanos, como aliento y esperanza para la humanidad.

“Lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados capaces de llegar al "conocimiento deseado" o a distintos niveles de espiritualidad, subrayó el Sumo Pontífice, en la primera de las tres misas que oficiará en Cuba.
Esa concepción siempre es una oferta para la vida cotidiana, también aquí en "nuestra isla", un ofrecimiento que hace que el día tenga sabor a eternidad, señaló desde el estrado papal y en presencia de más de 300 mil personas procedentes de varias provincias cubanas.

Ante la pregunta de los discípulos del Evangelio, el Sumo Pontífice calificó de simple la respuesta de Jesús: "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. Quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás", señaló.

El Obispo de Roma habló igualmente en presencia también de personalidades y peregrinos de otras naciones, entre ellas Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta de Argentina, y el General de Ejército Raúl Castro, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Mencionó el hecho de que frente a la paradoja cristiana de quién ocuparía el lugar más importante, quién sería seleccionado como privilegiado, quién estaría exceptuado de la ley común para destacarse en un afán de superioridad, sobre lo cual dijo que "la vida auténtica se vive en el compromiso con el prójimo.

Agregó que el santo pueblo fiel de Dios que camina en Cuba, es un pueblo que tiene gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosas bellas.

Es un pueblo que camina, que canta y alaba, que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza porque su vocación es de esperanza, dijo.

Hoy los invito a que cuiden esa vocación, a que cuiden estos dones, a que cuiden y sirvan, de modo especial, la fragilidad de sus hermanos, propuso el Sumo Pontífice.

En la ceremonia religiosa, iniciada a las 09:00 hora local, estuvieron presentes los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Argentina, Cristina Fernández, así como varios miembros del gobierno, personalidades y representantes de numerosas confesiones.

Desde un estrado ubicado delante del Teatro Nacional y flanqueado con el monumento al Héroe Nacional José Martí y la efigie del comandante Ernesto Che Guevara, el Sumo Pontífice bendijo a todos los cubanos.

En su homilía, el primer Papa latinoamericano destacó los valores del pueblo cubano,”Es un pueblo que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza, así la sembraron sus próceres”, afirmó el jefe de la Iglesia Católica.

El Obispo de Roma arribó la víspera a esta capital y fue recibido en el aeropuerto internacional José Martí por el presidente cubano, Raúl Castro.

En el discurso ofrecido en la ceremonia de bienvenida, el mandatario cubano afirmó que su país se siente muy honrado con esta visita y añadió que el pueblo y el Gobierno lo reciben con profundos sentimientos de respeto y hospitalidad

Esta es la tercera visita en los últimos 17 años de un Papa a Cuba tras las efectuadas por Juan Pablo II, en 1998, y Benedicto XVI, en el año 2012.

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