El avión B-52 abandonó la base de la Fuerza Aérea de EE.UU. en la isla de Guam en la madrugada del 11 de enero y llegó cerca del mediodía a la provincia surcoreana de Gyeonggi. Al acercarse a la península coreana el bombardero fue recibido por dos cazas surcoreanos F-15Ks y dos aviones estadounidenses F-16, detallaron las fuentes militares, según reportó RIA Novosti.