Este cinco de enero, quienes vivimos en Cuba y los que en todo el mundo se solidarizan con la causa de los Cinco, estrechamos filas para demandar una vez más que se haga justicia y que los antiterroristas cubanos regresen a la patria.
Gerardo, Fernando, Ramón, Antonio y René deben estar con los suyos, con sus familiares, sus amistades, con sus compatriotas que siguen su ejemplo de valentía y honestidad a toda prueba.
Demandamos libertad ya para quienes como héroes se visten de gloria y dignifican el decoro y la dignidad de todo un pueblo.
Y no cesaremos en esta batalla por la justicia hasta que el gobierno de los Estados Unidos ponga en libertad definitiva a quienes con su intachable conducta evitaron riesgos que pusieron en peligro la vida de cubanos y hasta norteamericanos.
La verdad no se puede tapar con un dedo. Hágase justicia de una vez y para siempre. El mundo lo reclama y la solidaridad se multiplica.
Y no cesaremos en esta batalla por la justicia hasta que el gobierno de los Estados Unidos ponga en libertad definitiva a quienes con su intachable conducta evitaron riesgos que pusieron en peligro la vida de cubanos y hasta norteamericanos.
La verdad no se puede tapar con un dedo. Hágase justicia de una vez y para siempre. El mundo lo reclama y la solidaridad se multiplica.
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