Pareciera que una maldición histórica gravita sobre los paraguayos: más de dos siglos recibiendo golpes... Y el primero y el último de ellos, vaya coincidencia, están relacionados con la Iglesia y los imperios.
En 1767 la Compañía de Jesús fue expulsada de esas tierras, cuando la corona española descubrió que los jesuitas sembraban las primeras semillas de un ideal que hoy nombramos socialismo.
En el 2012 un golpe oligarca separa del poder a un exobispo de izquierda, presidente incómodo a los intereses imperiales en Sudamérica.