Por Carlos G. González Ruiz
El Día internacional de los Trabajadores es la fiesta del
Movimiento Obrero Mundial, y desde su establecimiento en todos los países por
acuerdo del Congreso Obrero Socialista celebrado en París en 1889, constituye
una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago que
fueron ajusticiados por su participación en las jornadas de lucha por
consecución de la jornada laboral de ocho horas que culminaron en la huelga del
Primero de Mayo de 1886 en los Estados Unidos.
Han transcurrido los años y la fecha deviene celebración
mundial, en muchos países por conseguir sus nobles propósitos, y en otros, para
festejar las victorias conseguidas con la dictadura del proletariado como elemento
esencial de sociedades progresistas y cuyo denominador común es la libertad y
el decoro de sus ciudadanos.