La masividad del desfile, encabezado por los trabajadores de la salud, las demandas para el regreso de tres antiterroristas presos en Estados Unidos y la condena a los intentos de ese país de subvertir el orden interno mediante las redes sociales, fueron hechos llamativos en la celebración del Primero de Mayo.
Miles de moronenses colmaron la calle Martí, principal arteria de la ciudad, avanzaron con paso firme y enarbolaron una diversidad de pancartas, lemas y diseños alegóricos a los escenarios del desfile.
Una masa de pueblo compacta, alegre y combativa respondió al llamamiento pronunciado por el presidente Raúl Castro en el pasado vigésimo congreso de la Central de Trabajadores, para que el primero de mayo “retumbara la tierra” al paso de los cubanos.
Unidos por sus sindicatos y sumados adolescentes, jóvenes, jubilados, amas de casa y miembros de las instituciones armadas, los moronenses conformaron un vigoroso haz que reafirmó la decisión de construir un socialismo próspero y sostenible.
Una clase obrera que se apresta a aplicar nuevas formas laborales en las empresas estatales como parte de la actualización del modelo económico, tenía que manifestar vigorosamente su apoyo al proyecto social vigente y repudio a las maniobras anticubanas.
Como se apreció, los moronenses están legítimamente indignados por los planes de Washington de confundir a un sector de la población, sobre todo jóvenes, para inducirlos a la desestabilización del gobierno.
Con la multitudinaria celebración del Día del Proletariado se reafirmó la unidad del pueblo en torno a sus líderes, expresión pertinente cuando arrecia la agresividad estadounidense.
Quienes tienen la ambición de que las urgencias materiales quebrarán el temple de los cubanos como si no confiaran en el resultado de sus propios esfuerzos, comprobarán lo estéril de su apuesta, sobre todo después de este Primero de Mayo histórico.
Miles de moronenses colmaron la calle Martí, principal arteria de la ciudad, avanzaron con paso firme y enarbolaron una diversidad de pancartas, lemas y diseños alegóricos a los escenarios del desfile.
Una masa de pueblo compacta, alegre y combativa respondió al llamamiento pronunciado por el presidente Raúl Castro en el pasado vigésimo congreso de la Central de Trabajadores, para que el primero de mayo “retumbara la tierra” al paso de los cubanos.
Unidos por sus sindicatos y sumados adolescentes, jóvenes, jubilados, amas de casa y miembros de las instituciones armadas, los moronenses conformaron un vigoroso haz que reafirmó la decisión de construir un socialismo próspero y sostenible.
Una clase obrera que se apresta a aplicar nuevas formas laborales en las empresas estatales como parte de la actualización del modelo económico, tenía que manifestar vigorosamente su apoyo al proyecto social vigente y repudio a las maniobras anticubanas.
Como se apreció, los moronenses están legítimamente indignados por los planes de Washington de confundir a un sector de la población, sobre todo jóvenes, para inducirlos a la desestabilización del gobierno.
Con la multitudinaria celebración del Día del Proletariado se reafirmó la unidad del pueblo en torno a sus líderes, expresión pertinente cuando arrecia la agresividad estadounidense.
Quienes tienen la ambición de que las urgencias materiales quebrarán el temple de los cubanos como si no confiaran en el resultado de sus propios esfuerzos, comprobarán lo estéril de su apuesta, sobre todo después de este Primero de Mayo histórico.
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