No por demoradas, las declaraciones del Presidente de
Estados Unidos Barack Obama, dejan de ocupar espacios en los más importantes
rotativos del mundo: “Nuestra opinión general ha sido que le toca al pueblo de
Venezuela elegir a sus líderes en elecciones legítimas”.
Todo parece indicar que Obama también desconoce a las
autoridades electorales y a prestigiosas figuras internacionales que fiscalizaron
in situ los comicios del 14 de febrero.
Aseguró que su gobierno está observando el “uso de mano dura
contra la oposición” venezolana por parte del Gobierno Bolivariano. En otras
palabras, deja entrever su irrestricto apoyo a Capriles y a la oligarquía que
este representa.
“Hay informes de que no se han observado plenamente en la
etapa postelectoral. Y sabes, creo que nuestro único interés en este punto es
asegurarnos de que el pueblo de Venezuela sea capaz de determinar su propio
destino libre de los tipos de prácticas de las que todo el hemisferio en
general se ha alejado”, dijo en la entrevista con Univision Noticias durante su
reciente viaje a México.
Olvida el Presidente Obama que dentro del hemisferio su
gobierno mantiene la cárcel de Guantánamo, en Cuba, donde abundan denuncias de
violación de Derechos Humanos. Y nada se hace al respecto.
Declara así Obama,
quien ganó las elecciones presidenciales por menos de 100 puntos por encima de
su principal contendor, el republicano Mitt Romney, en un sistema electoral,
donde no existen auditorías ni ha sido nunca certificado por observadores y acompañantes
internacionales, práctica común y transparente en las elecciones venezolanas
durante los últimos 14 años.
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