La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) da un paso
más en el camino de la integración de los pueblos de la región con su II
Cumbre, en La Habana, centrada en el combate al hambre y la pobreza.
Uno de los principales temas de la cita
es la seguridad alimentaria, cuyo debate ganó terreno en el mundo desde
la crisis del alza de los precios de 2008.
Los elevados costos de
los alimentos golpean en especial medida a los 164 millones de
latinoamericanos que viven en la pobreza, pese a que la región produce
lo necesario para dar sustento a toda su población.
El compromiso
para erradicar ese problema quedó patentizado en la Declaración de
Santiago de Chile de la Celac, en enero de 2013, y ha marcado el rumbo
del organismo en su devenir durante el último año bajo la presidencia
pro-témpore de Cuba, destaca el sitio web de la cancillería cubana.
En
estos 12 meses, La Habana impulsó numerosas reuniones sectoriales,
entre ellas de educación, pobreza, salud, cultura, reducción del
analfabetismo, desarme nuclear, migración, cooperación, ciencia y
tecnología, gestión de riesgos y desastres.
El objetivo es
“trabajar por la paz, la justicia, la cooperación, el entendimiento y la
solidaridad” afirmó el presidente cubano, Raúl Castro, al recibir hace
un año la dirección del grupo durante la I Cumbre, celebrada en Santiago
de Chile.
La decisión de crear la Comunidad se adoptó en la
denominada Cumbre de la Unidad celebrada en Cancún, México, en 2010,
pero fue en su primera reunión en Caracas, entre el 2 y 3 de diciembre
de 2011, cuando quedó constituida.
Por primera vez en la historia
de la región, los 33 países latinoamericanos y caribeños se reunieron
sin la presencia de Estados Unidos, que durante décadas se encargó de
dirigir las políticas del área.
Esa estrategia convirtió a la
Celac y a otras organizaciones afines como la Unión de Naciones
Suramericanas, en una institución que afianza la soberanía y la
independencia de sus miembros.
Pese a su corta vida, la Comunidad
va dando importantes pasos para alcanzar el sueño del Libertador Simón
Bolívar y del prócer cubano José Martí: una integración integral desde
el sur del Río Bravo hasta La Patagonia.
“La Celac es el proyecto
de unión política, económica, cultural y social más importante de
nuestra historia contemporánea. Tenemos todo el derecho de sentirnos
orgullosos”, sentenció el fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez,
uno de los principales paladines de ese proceso.
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