Fragmentos del discurso pronunciado por Fidel el 26 de julio de 1973..
A los jóvenes me dirijo especialmente en este instante. A ellos ha consagrado la Revolución el máximo de su esfuerzo y en ellos ha puesto sus mayores esperanzas.
Para las nuevas generaciones se trabaja con verdadero amor, para ellas se realiza fundamentalmente la Revolución; por ellos, por los que no habían nacido todavía el 26 de Julio, derramaron su sangre generosa y pura los jóvenes que cayeron en el Moncada (APLAUSOS), para ellos se construyen cientos de excelentes escuelas, para ellos se desarrolla una economía que no conocerá las limitaciones de hoy; con ellos trabajarán decenas de miles de técnicos que hoy se forman; ellos poseerán un nivel de cultura que hoy no somos apenas capaces de imaginar.
Nuestra generación, que inició sus luchas cuando los sueños no podían siquiera expresarse sin riesgos de ser incomprendidos; cuando la palabra socialismo no podía pronunciarse sin suscitar temores y prejuicios, en ustedes deposita sus más puros ideales, en la íntima convicción de que sabrán recogerlos, llevarlos adelante y trasmitirlos a los que los sucedan, hasta el día en que la sociedad cubana puede inscribir en su bandera la fórmula fraternal y humana de la vida comunista (APLAUSOS). A los jóvenes me dirijo especialmente en este instante. A ellos ha consagrado la Revolución el máximo de su esfuerzo y en ellos ha puesto sus mayores esperanzas.
Para las nuevas generaciones se trabaja con verdadero amor, para ellas se realiza fundamentalmente la Revolución; por ellos, por los que no habían nacido todavía el 26 de Julio, derramaron su sangre generosa y pura los jóvenes que cayeron en el Moncada (APLAUSOS), para ellos se construyen cientos de excelentes escuelas, para ellos se desarrolla una economía que no conocerá las limitaciones de hoy; con ellos trabajarán decenas de miles de técnicos que hoy se forman; ellos poseerán un nivel de cultura que hoy no somos apenas capaces de imaginar.
Rubén Martínez Villena en encendidos versos patrióticos escribió un día:
"Hace falta una carga para matar bribones,
para acabar la obra de las revoluciones,
para vengar los muertos que padecen ultraje,
para limpiar la costra tenaz del coloniaje,
para no hacer inútil, en humillante suerte,
el esfuerzo y el hambre, y la herida y la muerte;
para que la República se mantenga de sí,
para cumplir el sueño de mármol de Martí;
para que nuestros hijos no mendiguen de hinojos,
la patria que los padres le ganaron de pie..." (APLAUSOS).
Desde aquí te decimos, Rubén: el 26 de Julio fue la carga que tú pedías.
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