El Tercer Clásico Mundial de Béisbol constituye para los
cubanos una gran fiesta, que invita a no despegarse de la televisión ni un solo
instante, no importa el horario, el cansancio o la fatiga.
Desde la arrancada oficial no se hace más que hablar por
doquier del importante evento que al reunir a 16 equipos significa enfrentar al
talento, la entrega, la habilidad o la destreza.
No importa el conjunto de que se trate, pero si de Cuba se
habla, aparecen bien conocedores del deporte y las opiniones son muy diversas. De
manera que cada cual es un especialista.
Habrá tiempo para en esta fiesta de las bolas y los strikes poder
opinar a fondo, siempre con la mirada puesta en esas cuatro letras que dignifican
a un pequeño pero valiente país: CUBA.
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