Lo que aprendí y he vivido desde la infancia

Desde niño supe lo que ha significado el Imperialismo Yanqui para Cuba: injerencia, subversión, bloqueo… y muchos hechos no palabras que durante más de cinco décadas han calado en lo más profundo de cualquier hijo de esta tierra.

Y ahora, de la noche a la mañana, se “abren las puertas” para el diálogo franco, espontáneo y bien fundamentado entre los Estados Unidos y el país humillado por tanto tiempo. Ha llegado la hora de insertarnos al mundo, dicen algunos, como si desde siempre no lo hubiésemos intentado.

La política made in USA hacia Cuba representa la apertura comercial imprescindible, pero el bloqueo sigue intacto, la Base Naval de Guantánamo aún en manos del imperio y los bancos internacionales sujetos a regulaciones…

Alguien ha dicho que de la noche a la mañana no es posible avizorar cambios profundos, y en ello coincido plenamente, aunque los primeros pasos pudieran ser el reflejo de “buenas intenciones”.

Vale la pena esperar por las transformaciones, para entonces poder convivir en un mundo más próspero y sostenible, tan necesario como imprescindible, aunque sea necesario meditar una y mil veces, porque no es posible cruzarnos de brazos o ir de la contemplación viva al pensamiento abstracto sin ofrecer nuestro punto de vista.

La búsqueda de la verdad política siempre será una tarea dura, aun en nuestros tiempos cuando la ciencia ha puesto en nuestras manos un gran número de conocimientos., afirmó el líder histórico de la Revolución Cubana en sus reflexiones El mundo maravilloso del capitalismo.

Cuba se vio forzada a luchar por su existencia frente a una potencia expansionista, ubicada a pocas millas de sus costas, que proclamaba la anexión de nuestra isla, cuyo único destino era caer en su seno como fruta madura, confirmó Fidel en otro artículo titulado La fruta que no cayó.

Y concluyó el líder cubano: La fruta madura no ha caído en el seno del imperio. Cuba no será una fuerza más con la que el imperio se extienda sobre los pueblos de América.