La paz es una condición fundamental para el disfrute de todos los derechos humanos, en particular el de la vida, afirmó en Ginebra el diplomático cubano Juan Antonio Quintanilla.
Al intervenir en la octava sesión del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el representante antillano declaró que para preservar y promover la paz es necesario erradicar todo lo que la amenaza y, en particular, la posibilidad del uso de armas nucleares.
Quintanilla recordó las recientes reflexiones del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, tituladas La paz mundial pende de un hilo, en las que aborda la "situación política creada en torno a Irán y los riesgos de una guerra nuclear que involucraría a todos, posean o no tales armas".
Ante esa situación resulta cada vez más imperioso avanzar en el objetivo de un desarme general y completo, dijo, y calificó de inaceptable que en el mundo actual se gaste más en medios para hacer la guerra y menos en la promoción del derecho al desarrollo.
Con los recursos que se dedican a los armamentos se podría combatir la pobreza extrema que hoy padecen mil 400 millones de personas en el mundo, alimentar a los más de mil millones de hambrientos y evitar la muerte de 11 millones de niños cada año por hambre y enfermedades prevenibles. También se podría enseñar a leer y escribir a los 759 millones de adultos analfabetos, señaló.
Algunos países, liderados por Estados Unidos, cuestionan la existencia del derecho a la paz, al tiempo que promueven guerras e intervenciones en varias regiones del mundo, criticó.
Cuba —dijo Quintanilla— ha liderado un creciente movimiento en favor de la codificación del derecho a la paz, y en su empeño cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional.
A iniciativa de la Mayor de las Antillas, el Consejo de Derechos Humanos ha adoptado varias resoluciones y encomendado al Comité Asesor la redacción de un proyecto de declaración sobre el tema.
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