Ruego al Señor que bendiga copiosamente a esta tierra y a sus hijos, expresó en su discurso el Papa Benedicto XVI tras su llegada al Aeropuerto de Santiago de Cuba.
Al hallarme entre ustedes, no puedo dejar de recordar la histórica visita a Cuba de mi Predecesor, el Beato Juan Pablo II, que ha dejado una huella imborrable en el alma de los cubanos, afirmó.
Me complace vivamente unirme a vuestra alegría con motivo de la celebración del cuatrocientos aniversario del hallazgo de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, destacó el Papa.
Su entrañable figura ha estado desde el principio muy presente tanto en la vida personal de los cubanos como en los grandes acontecimientos del país, de modo muy particular durante su independencia, siendo venerada por todos como verdadera madre del pueblo cubano, ratificó el Sumo pontífice.
Al hallarme entre ustedes, no puedo dejar de recordar la histórica visita a Cuba de mi Predecesor, el Beato Juan Pablo II, que ha dejado una huella imborrable en el alma de los cubanos, afirmó.
Me complace vivamente unirme a vuestra alegría con motivo de la celebración del cuatrocientos aniversario del hallazgo de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, destacó el Papa.
Su entrañable figura ha estado desde el principio muy presente tanto en la vida personal de los cubanos como en los grandes acontecimientos del país, de modo muy particular durante su independencia, siendo venerada por todos como verdadera madre del pueblo cubano, ratificó el Sumo pontífice.
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