
La Nación ha seguido, invariablemente, cambiando todo lo que deba ser cambiado, conforme a las más altas aspiraciones del pueblo cubano y con la libre participación de este en las decisiones trascendentales de nuestra sociedad, incluidas las económicas y sociales que en casi todo el mundo son patrimonio de estrechas élites políticas y financieras, dijo Raúl en las palabras de bienvenida al Sumo pontífice.
Sin razón, a Cuba se le calumnia, pero nosotros confiamos en que la verdad, de la que jamás nos apartamos, siempre se abre paso, aseguró el Presidente Cubano.
El pueblo de Santiago de Cuba tributó un caluroso recibimiento a su Santidad Benedicto XVI.
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